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CÓMO CUIDAR A UN GATO RECIÉN NACIDO SI NO ESTÁ CON SU MADRE

En este articulo te vamos a explicar qué pautas seguir para cuidar a un gato recién nacido que no esté con su madre. Es importante tenerlas en cuenta para que nuestros gatitos crezcan fuertes y sanos.

gato recién nacido

Si los gatos son huérfanos, o si la madre no puede atenderlos, tendrás que esforzarte para proporcionar a los gatos los cuidados necesarios para su desarrollo. Un bebé es muy vulnerable. Tendrás que ser prudente a la hora de manipularlo. 

Para cuidar a gatos recién nacidos, debes aprender a tocarlos con cuidado. Lo primero y más importante es extremar la higiene. Lávate las manos cada vez que tengas que cogerlos, usa material limpio y exclusivo para el gato (si puede ser esterilizado, mejor), hazlo alejado de otros animales, de lugares ruidosos o peligrosos, etc.
 

 

Si no es necesario cogerlo, no lo hagas. Es importante no hacerlo a cada rato, así evitarás hacerle daño y lo mantendrás a la temperatura corporal idónea.

Así pues, os damos unos consejos para cuidar a un gato recién nacido si la madre no está:

1. Valorar la salud del gatito

Lo primero que debes hacer si te encuentras con una camada o un felino pequeño es acudir a un veterinario.
Es importante conocer su estado de salud y que el veterinario te aconseje sobre qué hacer. Durante el trayecto de ida y vuelta al veterinario, es primordial mantener al gatito en una temperatura corporal apropiada. Sin su madre, ellos no pueden regular su temperatura, así que tendrás que llevarlo en brazos y arroparlo para darle calor.

 gatitos recién nacidos

2. Busca un lugar seguro para los gatos

Este punto es de extrema importancia. Asegúrate de que el sitio en el que están sea lo más seguro posible para ellos, ya que muchas veces los gatitos intentarán salir a explorar el entorno. Lo primero que debes hacer es preparar un espacio para que la camada pueda sentirse cómoda, abrigada y protegida al mismo tiempo. Lo mejor es seleccionar una caja, cesta o cama para gatos que sea exclusiva de los mininos, la cual deberás colocar en un sitio de la casa alejado de la constante circulación de las personas, los ruidos fuertes y las corrientes de aire, pero que al mismo tiempo te permita vigilarlos con facilidad. En dicho espacio puedes colocar varias toallas para que los gatitos estén más cómodos. Hay dos magnitudes referentes al ambiente que es importante controlar:

  • Temperatura: Es muy importante que los gatitos recién nacidos reciban el calor corporal que les daría la madre ya que, como hemos comentado, a esa edad no son capaces de regular su propia temperatura por sí mismos. Para conseguirlo, te recomendamos:

    1. Colocar mantas dentro de la cama de los gatos, las cuales deberás lavar con frecuencia.

    2. Calentar una bolsa con agua caliente. Lo ideal es que conserve unos 37 grados centígrados. Puedes envolverla en una tela y colocarla junto a los gatitos.

    3. Una almohadilla térmica para mascotas. Lo recomendable es que la envuelvas en una tela polar para evitar accidentes. En caso de que haga mucho frío puedes cubrirlos con una manta, dejando siempre un hueco de ventilación. 

    4. Tu propio calor corporal también puede reconfortarlos. Además, los gatitos duermen muy juntos ya que es una forma de proporcionarse calor, así que procura no separarlos en camas o cestas diferentes.

  • Humedad: La humedad ambiental es un parámetro que también es recomendable controlar. Es recomendable que la higrometría esté  entre el 55% y el 65%. Para lograrlo, bastará con colocar cuencos de agua cerca del nido para que las mucosas bucales y nasales se mantengan bien hidratadas.

     

    3. Sigue las pautas de alimentación adecuadas

    Los gatos recién nacidos necesitan tomar una leche especial para gatitos. Las leches para otros animales no cubren todas sus necesidades porque tienen una composición diferente. Deberás seguir estas pautas relativas a la alimentación:

    PRIMERAS SEMANAS

    • Durante  la primera semana de vida, los gatos comen cada 2 o 4 horas, incluidas las noches. A medida que van creciendo se pueden ir espaciando las tomas. La temperatura ideal a la que debería estar la leche son 38 grados.

    • Coloca al gato de la misma forma en que se pondría estando con su madre al mamar: en una superficie plana, apoyado sobre su pecho y con la cabeza levantada. Pon el biberón en posición horizontal y con la tetina hacia abajo, para que ellos mismos puedan succionar la leche. Nunca los coloques de la misma forma en que alimentamos a los bebés humanos, pues podrían ahogarse.

    • Al igual que con los bebés humanos, lo más recomendable para los mininos recién nacidos es la leche materna. Sin embargo, como en este caso no se podrá contar con la madre, deberás conseguir una fórmula para gatitos recién nacidos, también conocida como leche maternizada artificial. Al menos durante las tres primeras semanas, esto es lo único que puede servir de alimento para los gatitos. Puedes conseguir esta fórmula en clínicas veterinarias, farmacias y tiendas de productos para mascotas. Consulta con tu médico sobre la marca más conveniente para tu camada. Cuando tengas la leche en tus manos, prepárala según las instrucciones que aparecen en el envase, y ofrécesela tibia a los mininos, asegurándote de que no esté muy caliente.

    • Jamás los alimentes con leche de vaca ni otros productos lácteos comercializados para humanos, ya que causan diarrea y otros problemas digestivos en los felinos, lo cual, dada la corta edad de los cachorros, les causaría una deshidratación que podría llegar a matarles.

    • Si acabas de recoger a los mininos y no tienes nada que darles, ofréceles un poco de agua tibia con un gotero, para evitar que se deshidraten mientras adquieres la fórmula.

    • Los mininos querrán amasarte mientras los alimentas, así que puedes dejarles una manta para que lo hagan. Cuando notes que ya no succionan o que se han quedado dormidos, será el momento en el que ya estén satisfechos.

    • Cuando hayan terminado, colócalos junto a tu hombro y da pequeños toquecitos sobre la espalda para que eructen. Las primeras dos semanas deben comer cada dos horas, incluso por la noche. Luego, la alimentación puede espaciarse a cuatro horas y así sucesivamente.

    LA ETAPA DEL DESTETE

    Otro aspecto esencial para cuidar a gatos recién nacidos es el cambio de alimentación. Esta transición deberá coincidir con el destete de los cachorros y suele empezar sobre las cuatro semanas. Entre la semana 3 y la 8 los gatos ya son capaces de regular la temperatura corporal. Es también la etapa en la que  aparecen los primeros dientes, lo que indica de que pueden empezar a tomar alimentos sólidos:

    • A pesar de que existen varias dietas para gatos, la más habitual es la combinación de pienso y comida húmeda. Teniendo esto en cuenta, la mejor opción es que cuando el gato se acerque al mes de vida le prepares una papilla de pienso para cachorros triturado con agua e ir alternando con los biberones. También puedes probar con comida específica para gatitos.  

    • Lo aconsejable es que, poco a poco, vayas ofreciendo más a menudo esta nueva comida y menos la leche para bebés, hasta que el gatito se alimente como un gato joven. Poco a poco, los bebés se irán interesando por la comida. entonces tendrás que añadir agua fresca y renovarla frecuentemente. A medida que pase el tiempo, tendrás que reemplazar la comida húmeda por pienso seco para gatos pequeños empapado en agua.

    • A las 8 semanas el destete es definitivo. Dejarás de incorporar agua a la comida cuando tu gatito haya asimilado el cambio de alimentación.

    • Cuando tu gato haya completado por completo el destete, llevalo al veterinario para que empiece su programa de desparasitación y vacunas.

    4. Controlar el peso de los gatitos

    En el caso de los gatos, un bajo peso al nacer está relacionado con una mayor mortalidad. Es por eso que es importante vigilar su peso.
    Los gatos que nacen con un peso bajo tienen un metabolismo más alto y mayores necesidades energéticas. Del mismo modo, están más predispuestos a sufrir hipoglucemia (bajo nivel de azúcar).
    En esta etapa de su ciclo vital, es recomendable registrar los datos de peso y conservarlos durante las dos primeras semanas, como mínimo.
    El peso de nacimiento normal de un gato se sitúa entre 90 y 110 gramos. Además, debería ganar entre 15-30 gramos cada día durante el primer mes y debería alcanzar el doble de su peso al nacer a los 14 días. A partir de ese momento, lo normal es que vayan aumentando entre 50 y 100 gramos a la semana.
    Si alguno de los gatitos pierde peso pero pierde menos del 10 % diario, puede considerarse aceptable. Si toda la camada pierde peso, lo recomendable es acudir al veterinario.
    Para que te hagas una idea, observa la relación entre edad y peso de un felino hasta las 8 semanas:

      • Al nacer: 90-110 gramos.
      • 1ª semana: 140-200 gramos.
      • 2ª semana: 180-300 gramos.
      • 3ª semana: 250-380 gramos.
      • 4ª semana: 260-440 gramos.
      • 5ª semana: 280-530 gramos.
      • 6ª semana: 320-600 gramos.
      • 7ª semana: 350-700 gramos.
      • 8ª semana: 400-800 gramos.

    gato pequeño

    5. La higiene de los gatos

    • Sus necesidades:

    Es importante que después de cada toma estimules el área anogenital del gato para que haga sus necesidades.  Cuando están con su madre, ella es la que les estimula con su lengua para que defequen y orinen. Tu deberás simular esa conducta utilizando una toalla o un trapo humedecido en agua tibia y hacerlo varias veces al día.  

    Para hacerlo, deberás masajear con suavidad la tripita, los genitales y el ano unos minutos, hasta que el gatito tenga ganas de hacer sus necesidades. Es conveniente que hagas estos ejercicios después de cada toma, cuando haya pasado una media hora. Debes hacer esto hasta que el minino pare de defecar u orinar, para asegurarte así que ha expulsado todo. Esta rutina debes repetirla todos los días después de cada toma.  Es recomendable colocar al gatito sobre una toalla, o incluso sobre un arenero limpio para que se vaya acostumbrando al que será en un futuro su wc. 

    Si pasa más de un día y medio y no han hecho sus necesidades, lo mejor es acudir al veterinario. Aunque el estreñimiento es un problema habitual en los gatos, podría ser más grave dada la corta edad del gatito. Por otro lado, debes tener en cuenta que si el gato está con sus hermanos, es probable que se mojen con los orines de los demás. Por eso, es conveniente que los mantengas limpios y secos para evitar que les baje la temperatura.

    • Bañarlos:

    Para bañar a los gatitos el proceso es parecido: solo humedece un paño con agua tibia y acaricia el pelaje con movimientos cortos. Cuando termines, asegúrate de secar el pelo por completo, pues el frío puede ser mortal. Recuerda que nunca debes bañar por completo al gato a no ser que sea realmente imprescindible.

    Os recordamos que este post es meramente informativo. Recomendamos que acudáis al veterinario para asesoramiento profesional. Asimismo, os animamos a visitar nuestra tienda online, donde podréis encontrar una selección de los mejores juguetes y accesorios para gatos.

     

    Fuentes:

    https://www.fundacion-affinity.org

    https://www.actualidadmascotas.com

    https://proteccionfelina.org

    https://www.expertoanimal.com

     

     

     


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